25/05/07

PALABRAS DE D. JOSÉ ANTONIO FUENTES MANSO

Hoy es un día, un buen día para reunirnos y recordar.
Durante este curso escolar conmemoramos el 25 aniversario del C. P. Río Piles, un largo y fecundo recorrido desde sus inicios en el año 1982.
Desde nuestra experiencia, que sin lugar a dudas, comparten muchos compañeros y compañeras, que después de muchos años de docencia, hemos pasado, según nuestro querido amigo Pedro, a la condición de “eméritos” de este Centro, seguimos por lo tanto formando parte de esta gran familia que es el C. P. Río Piles.
Decimos, esta gran familia, porque para nosotros, y para mí en particular, el Río Pies es algo más que un centro educativo, es un motivo de unión, de identidad personal, de orgullo profesional y, sobre todo, convivencia activa y afectiva entre padres, profesores, alumnos, personal no docente, representados por Consejos Escolares y Equipos Directivos, que sin mencionar sus nombres están en la memoria y reconocimiento de todos, y sin los cuales estos actos tan entrañables, no hubieran sido posibles.
Reviviendo día a día la realidad del Centro, nos confirma de una manera clara y precisa lo que ya sabíamos, que le C. P. Río Piles, es algo más que un centro de trabajo. Se respira vida, ilusión y sobre todo libertad, percibiendo el afecto y cariño de todos y cada uno de los componentes de la Comunidad Escolar. En estas condiciones para nosotros el paso por el Centro ha sido un regalo inolvidable.
Este Centro, el Río Piles, tiene sus señas de identidad, que es bueno en estos momentos recordar, pues avalan una labor educativa que la hacen singular y reconocible.
Unos padres que año tras año renuevan su confianza en el buen hacer del Centro.
Unos alumnos/as que le recuerdan con especial cariño como una etapa muy especial de su vida.
Unos profesores y personal no docente que se sienten y viven el Colegio como algo suyo y están orgullosos de él
Y por último, unos equipos directivos, con Pedro a la cabeza, que a lo largo de estos años canalizaron perfectamente esos proyectos, anhelos y esfuerzos. Todo ello justifica los 25 años que durante este curso conmemoramos.
Estos valores avalan sobradamente este homenaje, pues es bueno pararse y pensar, de dónde partimos, que hemos hecho y a dónde nos dirigimos.
La senda recorrida día a día a lo largo de estos 25 años, a nuestro juicio ha sido fructífera y fecunda, pues, a pesar del tiempo transcurrido, recordamos el colegio, le queremos y lo más importante: volvemos a él a la menor oportunidad.
No queremos terminar estas reflexiones, sin recordar de una manera especial, a personas que, aunque estén ausentes, están en nuestro pensamiento y en nuestro corazón y yo sé que se alegran y se felicitan de haber tenido la oportunidad como todos nosotros, de conocernos y querernos.
Gracias a todos por habernos permitido disfrutar de estos momentos.
Hoy empieza el próximo 25 aniversario. ¡Ánimo!

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